¿Crees que para lograr tus objetivos solo basta con ser trabajador y disciplinado? Pues ¡no! Estudios confirman que solo cuando estamos motivados somos capaces de plantearnos metas que estamos al alcance de cumplir. ¿Te suena esta palabra? Esta es la clave de todos los logros que nos proponemos, pero no siempre nos encontramos totalmente entusiastas.
La motivación humana funciona de manera muy específica y debemos practicarla para conseguir todo aquello que nos propongamos. Pero… ¿Cómo conseguirla? ¿Necesitas aprender a aplicarla en tu día a día?
Te contamos los trucos y las formas en que puedes incentivarte anímicamente para cumplir todos tus objetivos. ¡Quédate con nosotros y marca un antes y un después en todos tus proyectos! Claves psicológicas y estratégicas para motivarnos a nosotros mismos:
Piensa SIEMPRE en positivo
Todos tus pensamientos influirán directamente en tu entorno y en cómo das cada paso. Esto debes tenerlo en cuenta porque si empiezas tu día con una actitud positiva, serás capaz de afrontar adversidades y cumplir tus metas con mayor facilidad, pero si eres negativo y todo te parece imposible o demasiado complicado, no harás nada tangible para solventarlo.
Practica un discurso interno para motivarte cada día. Ejercita a esa voz en tu cabeza para que en vez de sabotearte, te anime. Es importante que seas consciente de lo que hay en tu mente y aprender a gestionar todos tus pensamientos hacia lo positivo para fijarte objetivos concretos y lograrlos. ¡Nunca subestimes el poder de tu mente!
Haz un diario personal de tus progresos para motivarte
Seas o no una persona metódica, este punto te será muy útil y deberás aprender a ser más organizado para aplicar este truco. Para motivarte también es importante que tomes conciencia plena de los progresos que vas dando a corto, mediano o largo plazo, sin importar cuán pequeños sean.
Esto te permitirá percibir tus esfuerzos y apreciarlos, dándote cuenta de los frutos que estás obteniendo para seguir adelante con más ímpetu. Fragmenta tu trabajo en “mini-metas” que sean un punto de partida para continuar en la batalla por tus sueños.
Podrás hacer tu diario como prefieras, dibujando o escribiendo, o con cualquier otro método que te funcione, solo debes reflejar lo que has hecho durante el día y cuáles han sido tus avances, incluso lo negativo para trabajar en ello. Haz de esto un hábito y diariamente evalúa qué estás haciendo y felicítate por ello.
Imagínate alcanzando tus metas –incluso las más ambiciosas-
Una genial estrategia para reforzar y motivarte es visualizar los resultados que estás persiguiendo. Durante varios minutos cierra los ojos e imagínate con todos los detalles. Al disfrutar el cúmulo de sensaciones que esa satisfacción te genera, te incentivará a ir por ello. Haciendo esto todos los días o al menos la mayoría del tiempo, tu éxito estará más cerca.
No falles dos días continuos
Sí, cometemos errores y somos imperfectos, pero si un día no lograste avanzar, haz que el otro sea completamente diferente. Es normal tener días malos donde la motivación no forma parte de nosotros, pero la regla de oro es no permitir que esto sea dos días consecutivos.
Si un día estás desganado y nada te incentiva, no pasa nada. Pero el siguiente es clave para despejar tu mente y motivarte con toda tu rutina y con los tips que te estamos proporcionando.
No dejes que las excusas, los malos pensamientos y las situaciones adversas te hagan retroceder, pues los días malos forman parte del recorrido hacia la cima pero no deben opacarte. Recuerda que la mente tiene poder.
Elabora una lista de las razones para motivarte
Si conoces los motivos que te empujan a seguir adelante y esforzándote día a día, tienes un camino establecido y forjado. Este es el antídoto para las excusas y los “secuestros mentales”.
Así que lo mejor es que hagas un listado de aquello que te hace feliz y que te motiva, como la familia, un ser individual, alguna actividad, o lo que sea. Léela de vez en cuando, sobre todo cuando te sientas desmotivado y será un motor que te arrancará de nuevo.
Descubre tus pasiones
No hay manera de que te sientas feliz e incentivado día a día si estás haciendo algo que no te gusta, detestas o donde estás incómodo. Si es tu caso, ¡desecha esto de tu vida y no temas empezar de cero con metas que verdaderamente te apasionen!
Esto será fundamental para tu motivación intrínseca, que es aquella emoción que sentimos al realizar algo que nos da placer. Descubre qué te apasiona y dedícate a ello. La motivación intrínseca te permitirá afrontar el día a día de forma efectiva y la motivación extrínseca, que son otro tipo de incentivos externos te ayudarán a tener un estado anímico súper favorable.
Para complementar tu dosis diaria y fija de motivación debes ser una persona abierta que encuentre inspiración hasta en las pequeñas cosas y detalles del día.
Esto no solo te permitirá motivarte en un momento dado sino que serás capaz de afrontar diversas situaciones en cualquier ámbito de tu vida con otra perspectiva y estado anímico, recuerda tu tienes el poder de elegir. Trabaja en tu mente, busca inspiración en personas o actividades y aplica estos consejos claves en tu rutina. ¡Verás cómo todo cambia por completo!